Para hablar de ilustración gráfica es necesario retomar la historia desde tiempos antiguos, pues esta no nació como la conocemos hoy día, sino que fue evolucionando según el contexto donde se realizaba, cumpliendo siempre distintas funciones. En la actualidad, se desenvuelve en un mundo de creación de imágenes, en el cual se fusionan dos factores primordiales: la información y la comunicación visual.
Ahora bien, viendo todo desde atrás, podemos hablar que la caída de Roma fue gran pilar para combinar influencias de distintas culturas, dando origen al diseño de un rico y colorido vocabulario dentro de las artes y los oficios. Tanto los griegos y como los romanos diseñaron e ilustraron manuscritos, pero ninguno ha sobrevivido. Más adelante, durante la Edad Media, aproximadamente, los lenguajes regionales, las costumbres y las divisiones geográficas de Europa fueron reformándose y evolucionando.
Factor importante fue la pérdida de la fe cristiana que se venía dando, y que, por medio de los escritos sagrados, se convirtió en el principal estímulo para la preservación de libros. Los llamados “libros iluminados”, en el sentido más estricto, son manuscritos adornados con oro o plata, realizados manualmente. Así, el empleo del decorado gráfico e ilustrativo se volvió sumamente importante y estos manuscritos se realizaban con extraordinario cuidado y sensibilidad de diseño. La producción era costosa y tomaba mucho tiempo; los colores se hacían a base de mezclas con distintos materiales y sustancias, tanto minerales, animales y vegetales.
Por otro lado, el libro de los muertos egipcio probablemente ejerció alguna influencia, y la fabulosa biblioteca de Alejandría, donde la tardía cultura egipcia se reunió con la naciente cultura clásica. En los fragmentos de rollos ilustrados que aún se conservan, la composición utiliza numerosas ilustraciones pequeñas, sencillas y frágiles, dibujadas en el texto. La frecuencia con que estas aparecen, crea una secuencia gráfica de movimiento, algo similar a los actuales dibujos animados.
Además, la evolución de los estilos de escritura constituyó una búsqueda continua en la construcción de letras más sencillas y rápidas, así como en su facilidad de escribirlas. Con la invención del pergamino y del códice, y su creciente utilización, se fueron desarrollando nuevas posibilidades del diseño e ilustración.
Aportes importantes dieron los celtas con sus dibujos abstractos y complejos, donde integraban diseños ornamentales y geométricos lineales con densas texturas visuales, yuxtaponiendo colores puros y vivos. Los manuscritos se encuadernaban en páginas enteras, llenas de dibujos decorativos y algunas con marcos o bordes ornamentales para rodear retratos y otras ilustraciones. Con el transcurso de las décadas, se fueron incluyendo en los libros las grandes iniciales (capitulares), como muestra de la necesidad de integrar las letras iniciales con el resto del texto. Mezclaron también estas letras con dibujos de figuras y animales, y surgió así una fusión entre las letras, las ilustraciones (de página entera) y el diseño general de las páginas, conformándose así grandes libros realmente elaborados.
Más adelante, durante el carolingio, y gracias a la incentiva de Carlomagno, se dio una renovación gráfica general, pues se fomentó la cultura y las artes. Con excepción de la tradición celta en la realización de modelos de dibujo, en la mayor parte de Europa el diseño de libros y su iluminación se habían sumido hasta un profundo nivel de ineptitud. Las ilustraciones eran pobremente dibujadas y compuestas y la escritura era poco creativa e indisciplinada en las manos de escribas escasamente entrenados, sin embargo, se intentaba lograr uniformidad en la composición de las páginas, estilo de escritura y decoración. Pero el alfabeto se reformó exitosamente, como modelo se seleccionó la escritura común del período antiguo tardío, y se moldeó en un tipo de escritura ordenado y uniforme, llamado carolingio minúsculo (alfabeto precursor del alfabeto contemporáneo de caja baja).
Conforme el tiempo, apareció en Europa un nuevo medio de comunicación visual: la impresión en bloques de madera, la cual duró tres décadas más, antes que aparecieran los tipos movibles en Occidente. La producción de manuscritos iluminados continuó durante el siglo XV y hasta las primeras décadas del siglo XVI, pero este arte que duró aproximadamente mil años, estaba condenado a la extinción por el advenimiento del libro tipográfico.
Con la invención de la imprenta de Gutemberg, se dio un salto abismal para la producción de libros, en los cuales se integraron, de manera mucho más eficaz y factible, las ilustraciones que acompañaban los textos.
D.
2 comentarios:
Muy buena artículo!! Saludos :D
Me pareció lo bastante completo como para que lo utilice dentro de uno de mis trabajas de universidad. En lo personal me gusto mucho el que se haya abarcado una gran parte del tiempo, prácticamente desde sus inicios, y que se hayan dado básicos pero que ayudan a ubicar al lector por donde es que camino la ilustración gráfica.
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