miércoles, 20 de agosto de 2008

Hamburguesa

Hoy que venía de clases en San Ramón, pasé rápido a comprar algo de comer. Nunca voy ahí, pero como era tarde decidí ir al Burger King que me queda de camino al trabajo. Con mucha hambre y engañado por la publicidad fotográfica pedí un combo que tristemente resultó ser una pequeña hambuesa, unas papas/malanga/ñame o quién sabe qué fritas y refresco, gaseoso, por supuesto. Al momento de pagar me dieron, junto con el tiquete de caja, un montón de papelillos de esos para participar en cuanta rifa se les ocurra.

Mientras me comía mi apetitoso y saludable almuerzo, además de pensar en cuántas calorías y cantidad de grasa le estaba atiborrando al cuerpo, poco a poco fui detalladamente cada uno de los cupones que me habían dado. La mayoría eran basura comercial, pero me llamó uno en particular: una raspadita que premiaba con comida. De tres opciones verticales que tenía para raspar, solamente se podía jugar con una; si raspaba más, no valía aunque hubiera ganado algo.

Conforme pasaba el rato, comía, veía las noticias y pensaba continuamente en las calorías, no dejaba de mirar la curiosa raspadita. Cuando acabé de comer y justamente antes de levantarme para irme, sin antes primero comprar para llevar un pastel de manzana, decidí jugar la raspa. Pensando en las tres opciones que tenía, elegí la segunda; pues la primera es muy obvia (por ser la primera) y la tercera también (por ser la última). Cual fue mi sorpresa al raspara aquello, ver que me había ganado una Whopper Junior. Sonreí y la fui a cambiar inmediatamente.

Eso bastó para pensar en la suerte, y desde luego, en cuántas calorías me había ganado gratis. Según una página que encontré en Internet,  acá la información: Porción de 158 gramos con un total de 390 calorías, 22 grs. de grasa, 45 mg. de colesterol (¡Espanto!), 570 mg. de sodio, 32 grs. de carbohidratos, 2 grs. de fibra dietética (já) 6 grs. de azúcares, 17 grs. de proteínas, 10% de vitamina A (muy buena para el mantenimiento de dientes sanos, tejidos blandos y óseos), 6% de vitamina C (ya no tengo que comer naranja), 8% de calcio y 20% de hierro. ¿Increíble no?

Respecto al primer punto es curioso. Este año he tenido una suerte del carajo, pero en el buen sentido. Un encadenamiento de sucesos fortuitos (según la RAE) me ha perseguido: hoy una hamburguesa, el lunes una cámara digital, hace dos meses un viaje a Europa.


Dato curioso: un día después, el Whopper Junior sigue vivo, y gracias a él se me manchó de salsas un libro que me costó veinte euros. Conclusión: suerte.



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